sábado, 10 de octubre de 2009

No tengo parientes. Yo hago que la Tierra y el Cielo lo sean.
No tengo hogar. Yo hago que el Tan T´ien lo sea.
No tengo poder divino. Yo hago de la honestidad mi poder divino.
No tengo medios. Yo hago mis medios de la docilidad.
No tengo poder mágico. Yo hago de mi personalidad mi poder mágico.
No tengo cuerpo. Yo hago del estoicismo mi cuerpo.
No tengo ojos. Yo hago del relámpago mis ojos.
No tengo oídos. Yo hago de mi sensibilidad mis oídos.
No tengo leyes. Yo hago de mi auto-defensa mis leyes.
No tengo ideas. Yo hago de tomar la oportunidad de antemano mis ideas.
No tengo milagros. Yo hago de las leyes correctas mis milagros.
No tengo principios. Yo hago mis principios de la adaptabilidad a todas las circunstancias.
No tengo tácticas. Yo hago del vacío y la plenitud mis tácticas.
No tengo talento. Yo hago que mi astucia sea mi talento.
No tengo amigos. Yo hago de mi mente mi amiga.
No tengo enemigos. Yo hago del descuido mi enemigo.
No tengo armadura. Yo hago de la benevolencia mi armadura.
No tengo castillo. Yo hago de mi mente inamovible mi castillo.
No tengo espada. Yo hago de mi No Mente mi espada.

El credo del Samurái

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