sábado, 17 de abril de 2010

Cuento Zen

Se encontraba una joven mujer a la orilla de un río que deseaba pasar al otro lado, pero las aguas estaban muy caudalosas.

Ella tenía urgencia de pasar para ver a su madre enferma para poder ayudarla.

De repente dos monjes pasaban por el lugar y ella les imploró que la ayudaran a pasar explicándoles su problema.

Uno de los monjes le explicó que no podían tener contacto con el sexo opuesto porqué habían hecho votos. El otro monje, la subió sobre sus hombros y con grandes dificultades la cargó hacia la otra orilla.

Los monjes siguieron caminando pero el que no quizó ayudarla iba muy molesto y de vez en cuando le increpaba al otro que había roto sus votos.

Hasta que el buen monje le dijo: Yo la ayudé y cargué solo hasta la otra orilla, en cambio tu, ya la llevas cargando muchos kilómetros

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